La Playa de las Alberquillas, en el Parque Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, es una joya oculta en la Costa del Sol. Este rincón aislado, de aguas cristalinas y rodeado de naturaleza virgen, es el destino perfecto para quienes buscan tranquilidad.
Un paisaje natural espectacular
Rodeada por imponentes acantilados y vegetación salvaje, la playa de arena y guijarros ofrece una experiencia de inmersión total en la naturaleza. Gracias a su acceso limitado, sigue siendo un lugar preservado y poco concurrido.
Explorando los Acantilados de Maro
Los Acantilados de Maro son una de las joyas naturales más impresionantes de la Costa del Sol. Estos acantilados abruptos ofrecen vistas panorámicas al mar Mediterráneo y están llenos de pequeñas calas secretas. Además de su espectacularidad visual, son hogar de una rica biodiversidad marina y terrestre. La mejor manera de explorarlos es a pie, disfrutando de rutas de senderismo que atraviesan este paraje protegido.
La Cascada de Maro: un paraíso escondido
Cerca de la Playa de las Alberquillas, puedes encontrar la famosa Cascada de Maro, una caída de agua que desemboca directamente en el mar. Este enclave es un paraíso para los amantes del kayak y el paddle surf, que pueden acercarse desde el agua para disfrutar de este rincón natural único. Es un lugar perfecto para realizar una excursión y combinar mar y montaña en un solo día.
Actividades para disfrutar en Playa de las Alberquillas
En este entorno natural, podrás disfrutar de varias actividades como:
- Snorkel y buceo: Sus aguas limpias permiten explorar un fondo marino lleno de vida.
- Senderismo: El acceso a la playa es ideal para combinar con rutas a pie por los acantilados.
- Relax y tranquilidad: Un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la calma.
Consejos útiles para tu visita
Es fundamental ir preparado, ya que no encontrarás servicios en esta playa. Lleva comida, agua y sombrilla, además de calzado adecuado para caminar por el sendero que conduce desde el aparcamiento.
Acceso y ubicación
El acceso a la Playa de las Alberquillas se realiza caminando por un sendero que parte de un aparcamiento cercano. Aunque el recorrido es algo empinado, el esfuerzo merece la pena por las vistas y la serenidad del lugar.
